![Sumanlab6]()
Sumanlab es una sociedad microcooperativa que se dedica al diseño y fabricación de mobiliario y material de laboratorio, así como a la distribución de reactivos y fungibles para laboratorio. Fue hace un año aproximadamente cuando Txema Berruete, Javier de Carlos y Patxi Ayestarán, sus socios-trabajadores que refieren entre 15 y 19 años de experiencia en este sector, dieron el paso de montar su propia empresa apostando por un factor clave en este siglo XXI: la digitalización. Cuentan con pantallas táctiles, sistema intranet propio, un sistema Android en sus máquinas que permiten la conexión por móvil… Todo está digitalizado.
Como explican estos emprendedores, con la tecnología Wifi pueden controlar sus equipos en remoto y solucionar los problemas que surjan de manera más rápida minimizando costes y tiempo. Por ejemplo, pueden conectarse a una máquina distribuida en Cádiz, ver cuál es el problema y darle al cliente una solución el mismo día. O si han fabricado una partida de máquinas y falla alguno de sus componentes, digitalmente pueden comprobar en todo el lote qué falla y solucionarlo sin tener que desplazarse a cada empresa para diagnosticar el problema o para recogerla y revisarla en fábrica.
“Si conseguimos esto, el cliente va a confiar más en ti y te va a comprar más”, comentan, porque hay muchas empresas, como Volkswagen, que más que el dinero lo que valoran es el ahorro en tiempo. “Hay máquinas que si fallan, paran todo un proceso de fabricación y muchas empresas no se pueden permitir tener retrasos”.
![Sumanlab4]()
Irulab, su propia marca de fabricación
Sumanlab fabrica “desde cero” bajo su propia marca, Irulab, una amplia gama de productos estándar y personalizados. Es decir, compran el material en España (láminas de hierro, PVC…) y realizan todo el proceso hasta el producto final. Todos los materiales que adquieren provienen de sitios reciclables y una vez procesados en sus instalaciones, también se pueden reciclar.
“Fomentamos mucho el tema de la sostenibilidad y del bajo consumo de energía”, destacan. Cuando un cliente les pide un artículo, se reúnen con él, le diseñan un prototipo, y si encaja en funcionalidad y coste, lo elaboran. Si es un producto final, lo envían al cliente y si hace falta un montaje e instalación, cuentan con un servicio técnico distribuido por todo el país que ha sido formado por ellos mismos en Pamplona. “Además de nuestra marca Irulab, también distribuimos otras marcas, y para todas ofrecemos un servicio postventa”, añaden.
Bodegas, conserveras, empresas de automoción o de envolturas cárnicas… cualquier empresa de cualquier sector, no solo el sanitario, que necesite un laboratorio para alguno de sus procesos puede demandar alguno de sus artículos. Microscopios, tubos, probetas, vitrinas, mostradores… “Cualquier elemento que te puedas imaginar que exista en un laboratorio, ya sea para ámbitos sanitarios, industriales, de educación…, lo podemos hacer”, indican.
Estas últimas semanas, con la pandemia por la Covid-19, han tenido más pedidos relacionados con Salud porque también venden los hisopos que se utilizan para hacer las PCR –el palito que se mete por la nariz y la boca- y los tubos donde se hacen las pruebas, y cabinas de bioseguridad o seguridad biológica, que sirven de protección a los trabajadores que hacen los test.
![Sumanlab5]()
800 m2 adaptados a su fabricación
Sumanlab empezó la actividad el 1 de febrero. Hasta entonces, fueron meses de mucho papeleo en diferentes instituciones, citas con notarios, de elaborar un estudio de viabilidad y el plan de mercado… y de mucho asesoramiento a través de Anel. En Anel, relatan, les han acompañado dirigiendo y marcando qué pasos dar y les aconsejaron constituirse como sociedad microcooperativa –lo hicieron el 22 de noviembre-.
Esta figura, relatan, tiene muchas ventajas y era la que mejor les encajaba por temas de ayudas y por la posibilidad de que en un futuro los trabajadores puedan convertirse en socios. Además, a través de Anel conocieron Elkargi, Sociedad de Garantía (SGR) “que facilita a Pymes y autónomos un acceso a la financiación en las mejores condiciones” y gracias a la cual “hemos tenido facilidades para contratar créditos bancarios”, inciden.
En este proceso fue crucial encontrar las instalaciones adecuadas para su fabricación –disponen de una nave de 800 m2 ampliables, ya que tiene un sobretecho en el que más adelante instalarán una exposición y los despachos que actualmente se encuentran abajo- y la inversión en maquinaria. “Nuestro plan de viabilidad estimaba una facturación hasta diciembre, pero con la Covid ya no nos sirve porque nos ha trastocado las previsiones”.
![Sumanlab]()
Por un lado, explican los socios, ha sido positivo porque les ha dado tiempo a sacar sus productos Irulab y desarrollarlos más rápido, y la carga de trabajo ha aumentado, pero por otro, les ha impedido visitar a sus clientes, darse a conocer o, lo más crítico, está ocasionando que muchos pagos se retrasen. “Cuando comienza una empresa, necesitas que la tesorería se mueva, sobre todo en pymes pequeñas como nosotros, que dependemos de ello. Que los pagos, a 60 o 90 días, tanto de clientes del sector privado como de la Administración Pública, se retrasen genera incertidumbre porque necesitas seguir comprando material y pagar a tus trabajadores. Pero sabes que es así y tienes que jugar porque si no estás fuera”, exponen.
Un equipo humano excepcional
Pese a la situación, están contentos y satisfechos con la decisión. Desde el minuto uno han tenido pedidos porque gracias a toda su experiencia previa “los clientes que antes teníamos han seguido confiando en nosotros y nos devuelven que están muy contentos con nuestros productos y nuestro servicio”. Lo mejor de todo, resaltan, es el equipo humano que han formado junto a las dos personas que tienen contratadas, Iñaki Beroiz y Andrés Cancho, un equipo en el que prima el buen trato, la cercanía y la amistad, lo que ha creado “un ambiente de trabajo excepcional que se transmite a los clientes”. “Si hay buena relación entre nosotros y buen ambiente, tus clientes lo perciben, lo ven, y confían más en ti”, afirman.
![Sumanlab2]()
A veces hay que perder un poco para ganar después, y con esto en mente Sumanlab sigue trabajando sin descanso. En unos meses esperan contratar a otra persona y en 2021, una vez que estén asentados, abrir mercado en Francia –ahora sus clientes son nacionales-. “Hay mercado, hay clientes y hay ventas. Y tenemos la satisfacción de que nuestros clientes están contentos”.